Sin profundizar en el tema, es suficiente para nosotros saber que cuando hablamos o escribimos sobre proteínas hidrolizadas nos referimos a componentes de proteínas que son más pequeños que las proteínas de las que derivan.
El tamaño es importante porque una proteína generalmente es demasiado grande y no puede simular una reconstrucción capilar, como pueden hacer los componentes más pequeños.
Estos ladrillos se unen al cabello por afinidad eléctrica y llenan los espacios vacíos debido al daño sufrido con el tiempo por el cabello.
El enlace eléctrico que se crea no es muy fuerte, pero sigue siendo suficiente para simular una reconstrucción del cabello y ayudar al rizo a recuperar su forma original.
El contenido de proteínas hidrolizadas en un acondicionador suele ser cero, por supuesto, los acondicionadores no se usan para simular una reconstrucción. Tal vez podría decirse que la acción de sellado de un acondicionador no ayudaría a las proteínas hidrolizadas a ingresar y unirse al cabello ya que las cutículas se están cerrando al mismo tiempo.
Las proteínas hidrolizadas que podemos encontrar en una mascarilla son idealmente las mejores para simular una reconstrucción del tallo, ya que las contenidas en un leave-in tienen una mayor función de formación de película (film-forming), permanecen fuera del tallo, en la superficie del cabello, reparando el daño externo más que el daño interno.
Finalmente, es importante recordar que un exceso de proteínas hidrolizadas puede tener el efecto indeseable de producir un efecto seco y áspero en el cabello, especialmente aquellos con baja porosidad. Siempre debemos considerar las composiciones de los diversos productos que se utilizarán en la rutina, para evitar tener proteínas tanto en el champú como en la mascarilla y en el leave-in. Aprender a reconocer las proteínas en el INCI y a qué altura de la lista están, le dará una idea del posible resultado que obtendrá.
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